Categorías
tv

Críticos incómodos en TVR

Sigo sin entender para qué está el crítico invitado en Televisión Registrada. A mi entender para lo único que sirvió es para que la productora PPT mudara sus programas a Canal 13. Pero la idea de poner a famosos a opinar sobre lo que están viendo no me parece interesante y mucho menos los comentarios de los invitados.

Este año hubo dos personas que se salieron del esquema de hacer de pared de los conductores con frases más o menos esperables. Mariano Martínez y José Pablo Feinmann fueron diferentes. Los dos incomodaron a Schultz y Wainraich pero cada uno por un motivo diferente.

Mariano Martínez fue bochornoso. No pudo o no supo decir nada medianamente hilvanado. De nada sirvió que lo ayudaran: no lograron exprimir nada de esa roca.

Este sábado fue el turno de José Pablo Feinmann. «Vamos a traer gente pensante», deben haber dicho en la producción de este programa que alguna vez fue políticamente incorrecto. Y Feinmann logró incomodar más que Marianito.

Empezó calificando de basura al programa de Tinelli en el canal donde Tinelli lo conduce y pesa fuerte. Pero también a TVR por pasarlo, con lo que puso al descubierto la gran hipocresía de los programas críticos que usan las mismas armas de las que supuestamente abominan apenas bajo otra envoltura.

Durante las dos horas del envío Feinmann no moderó su discurso. Salvo al final, quizás apiadado de ver transpirar tanto a los conductores. Y cuando se mostró la denuncia de Veintitrés (gente de Macri comprando voluntades en los medios) ¿tal vez porque escribe en Página/12?

Wainraich le hizo frente bastante bien. Pero en un momento, para validar la calidad de TVR por sobre el resto de la tv, argumentó que allí había invitados como Feinmann. «¡Pero podías haber invitado a cualquier otro, flaco!», respondió el crítico. «¡Noooo!», gritaron a coro los conductores, que quince días atrás dialogaban con Mariano Martínez, el otro crítico incómodo.

Hay que reconocer las ideas de JPF sobre la televisión son algo anticuadas y a esta altura un lugar común (o una expresión de deseos) de alguien que no conoce como se maneja el medio. Pero lo cierto es que, después de sus opiniones, las notas no se veían de la misma manera. El filósofo había cumplido con su objetivo de hacernos pensar.