Categorías
cine cultura tv

El tiempo real según Andy Warhol, Jack Bauer y Azuil2

Entre 1963 y 1968 Andy Warhol realizó más de 60 películas.

Sleep muestra durante cinco horas a John Giorno durmiendo.

En otra de sus películas, Blow Job, sólo se ve la cara de Tom Baker recibiendo sexo oral de Willard Maas. Previsiblemente es más corta: dura 35 minutos.

Dudo de que mucha gente haya visto Empire (al menos completa): ocho horas de una panorámica del Empire State Building.

Este empecinado homenaje al tiempo real en un medio que desde Eisenstein se define por la edición (y la elisión) desafía no sólo estas reglas, sino que se coloca en la frontera de la ficción/no ficción y privilegia los tiempos del proceso narrado (la verdadera acción) por sobre los tiempos del espectador.

En Chelsea Girls, de 1966, Warhol sube la apuesta: consiste en dos películas de 16mm proyectadas simultáneamente una al lado de la otra. Los proyeccionistas debían elegir cómo combinar las películas, qué banda sonora dejaban activa y cuál muda y cuándo, transformándose de algún modo en coautores de una obra mutante.

35 años más tarde, estos dos conceptos, el de tiempo real y el de proyección paralela de dos acciones, son reprocesados por Joel Surnow y Robert Cochran en la serie 24. Cada temporada son 24 episodios de una hora que representan cada hora del día en la vida del agente Jack Bauer. Paralelamente vamos siguiendo las historias de los personajes secundarios.

5 años más tarde (hace tres días) un ignoto usuario de YouTube llamado Azuil2 subió un video de casi 8 minutos llamado «Watching ’24’ while eating» («Mirando ’24’ mientras como»):

Como en un sistema de cajas chinas, nosotros miramos en tiempo real a Azuil2, que a su vez mira a Jack Bauer. Pero hay una diferencia. En las primeras películas, Warhol (paradójicamente el rey del ego) trataba de que el artificio fuera lo más invisible posible: nosotros mirando el Empire State como si estuviéramos ahí. En el otro extremo, el casi anónimo Azuil2 usa al artificio como un muro: nunca llegamos a ver 24, solamente escuchamos algunos sonidos que nos permiten inferir que él está viendo 24. Aquí Azuil2 es el verdadero protagonista.

Azuil2 podrá ser un genio o un boludo, pero seguramente este video hogareño puede ayudarnos a pensar cómo se filma hoy: algo le pasa al cine cuando el director, en lugar de ponerse tras la cámara, aparece delante de la lente y se olvida que lo que tenía que filmar era otra cosa diferente de él mismo.

No queremos que el director nos mire, queremos mirar a través de él.