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Las promesas de Spotify

Spotify puede ser desde la moda del mes en la web hasta la única manera en la que consumiremos música en el futuro. En su evolución está la clave de si estará más cerca de uno u otro escenario.

Por ahora bajarlo para los que residen fuera de unos pocos países es un dolor de huevos. Acá escribí una guía para conseguirlo (con esfuerzo).

Como digo en ese post, «Spotify es un programa para Windows y Mac para escuchar música gratis y en forma legal. Funciona como una radio online (las canciones se transmiten), pero con la diferencia de que el usuario puede elegir qué temas o discos escuchar».

No es el primer programa en su tipo, pero es el que tiene más contenido y es rápido y fácil de usar. Se pone el nombre de un disco, un tema o un intérprete y el buscador devuelve los resultados. Haciendo doble click, escuchamos la canción como si la tuviéramos en nuestro disco rígido.

Según este modelo, ya no sería necesario bajar música o atiborrar nuestras computadoras de mp3s. Cada vez que quisiéramos escuchar un tema, lo buscamos en Spotify y lo reproducimos.

La versión básica del servicio es gratuita, financiada con publicidad, aunque yo todavía no escuché ningún aviso. Supongo que porque el producto está en beta.

Como Webjay, el abuelo de este programa, se pueden crear listas de reproducción y ejecutarlas desde la web. Por ejemplo, quienes tengan Spotify instalado, podrían escuchar un compilado de reggae de Suecia haciendo click en este link.

Spotify sirve, además, como una especie de diccionario de la música. Si uno quiere saber la definición de un término, va a Wikipedia. Si quiere ver un video, va a YouTube. Pero no había un equivalente musical.

Por ejemplo, en este reportaje al creador de «Guitar Hero», menciona sus canciones favoritas para el juego: “Funk #49″ y “Pretty Noose”. Bastó una búsqueda en Spotify para estar escuchando los dos temas en segundos. En un futuro los medios digitales podrían incluir estos links directamente en las notas, como quien incluye un link a Wikipedia.

No está todo lo que uno quisiera. De esta lista de «canciones con silbidos» encontré apenas la mitad en Spotify. Y es pobre la cantidad de música en español, aunque hay mainstream y rarezas.

A diferencia de otros emprendimientos anteriores, Spotify cuenta con el visto bueno de las discográficas, lo que es un buen augurio. Pero acaban de anunciar que desde febrero van a reducir el contenido de su catálogo y restringir el acceso a ciertas canciones en algunos países, lo que es un mal augurio.

Por eso, Spotify puede ser desde la moda del mes en la web hasta la única manera en la que consumiremos música en el futuro. En su evolución está la clave de si estará más cerca de uno u otro escenario.