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Los freaks introvertidos

Sabemos que la web es la vidriera para todo tipo de desequilibrados mentales de grados diversos. Los personajes que suben a YouTube sus videos para demostrar sus talentos son la clase de freaks más frecuentados por los medios de comunicación a la hora de divertirse con «las cosas que se pueden encontrar en Internet». Es fácil de mostrar, no hace falta background para verlos y provocan la misma gracia del que se divierte viendo caerse a alguien en la calle.

Pero hay otra subraza de fenómenos que Internet «sacó del closet»: los freaks introvertidos. Mezcla de asesino serial y coleccionista de estampillas, estos personajes se caracterizan por su timidez y su obsesividad exasperantes. Eligen un tema y lo colocan frente al microscopio de sus miradas con una pasión incomprensible para otro que no sea ellos mismos. Dejan sus conclusiones en un sitio web o un blog y quedan a la espera de que alguien como ellos pruebe a desafiar sus conocimientos.

Me acuerdo de uno de los primeros que visité, en los comienzos de la WWW, ahora inhallable. Era un dermatólogo que buscaba fotos porno para detectar posibles enfermedades de la piel en las modelos. Su sitio analizaba cada una de esas fotos con asepsia y minuciosidad.

Algo parecido a Obscene Interiors, todavía activo. Una colección de fotos de desnudos amateurs masculinos, a los que se les tapó la imagen humana. El sitio se dedica a analizar el fondo, esto es, la patética decoración de las casas de estos exhibicionistas.

Pero hace poco dí con un sitio que supera a los anteriores. Pertenece a Mark Simonson, un diseñador gráfico que analiza las tipografías que aparecen en la serie Mad Men.

¿Cuál es el atractivo de este análisis, al menos para él? Que la serie sucede en los Estados Unidos de comienzos de los ’60 y sus creadores no siempre son fieles a las fechas. Por ejemplo, en la presentación, aparece la Lucida Handwriting, que en realidad fue creada en 1992, tres décadas más tarde que el período en el que transcurre Mad Men:

Pero también hila más fino. Por ejemplo, esta tipografía

se emplea mucho en la serie

es la Gill Sans, y aunque aparentemente acá no hay un anacronismo, porque es de 1930, Simonson nos anoticia que en realidad llegó a los Estados Unidos en los ’70. Un errorazo. En realidad, protesta, debería haberse usado la Futura:

¡Me cago en la diferencia!

Cuando se pone en menos exquisito hay algunas perlitas divertidas. Como este disco de los 60 al que olvidaron quitarle la etiquetita autoadhesiva de la tienda de usados donde lo compraron en el siglo XXI:

Personalmente disfruto más de estos freaks que de las viejitas que bailan hula-hula en YouTube. Los extravertidos buscan fama y consiguen escarnio, los introvertidos solo quieren una palmadita en la espalda.

¡Contraten a Simonson para la producción de Mad Men! La serie no va a ser mejor de lo que ya es, pero él se merece una recompensa por su dedicación.