Una de las novedades que traerá este año Duro de domar estará en la calle. El calificado rol de notero, de donde surgió Sebastián Wainraich, esta vez será ejercido por un perro hecho a manera de títere, personificado en la mano de un productor. La impunidad del cronista-animal será aprovechada para hacer preguntas insidiosas.
En realidad, no es tan novedoso. Ya lo habían hecho para la versión chilena del programa:
Que la prenda del programa más visto de la televisión argentina sea evitar decir malas palabras significa que las malas palabras están pasadas de moda. Si un insulto pierde su función agresiva para convertirse en motivo de diversión en un canal que alguna vez se definió como «familiar», debemos trasladar urgente a esas palabras a la mesa de saldo, ahí, bajo el cartel que dice «muletilla».
Esto no es nuevo. Para cualquier persona menor de 60 las puteadas de Enrique Pinti no son de su talle, no divierten. «Boludo» y «pelotudo» (antes remeras, ahora camisetas gastadas) están apenas abajo de «che» en el habla de los argentinos. Y eso por un tema generacional, porque a los más grandes todavía les choca usarlas. Como las viejas zapatillas Flecha, ahora convertidas en artículo de shopping, el clásico «Hijo de Puta» viró de insulto en alabanza.
Pero lo novedoso es que un programa masivo les dé el visto bueno sin pudores: significa su aceptación en los hogares, la minifalda que ya a nadie escandaliza.
¿Qué nos depara entonces la Colección 2007 de Malas Palabras? El barroco se viene con todo. Continúa la línea clásica, pero reforzando el efecto: el personaje de «El Guachón» logró llenar el vacío que habían dejado las malas palabras de siempre potenciando sus efectos por multiplicación:
Otra tendencia, más exclusiva, pero que llega para quedarse, es el «insulto limpio», que desdeña lo sexual. «Corrupto», «Inútil», «Enfermo», son algunos representantes de esta línea, centrada en el desempeño público/laboral, más que en privado/sexual. Aquí, al tope de la lista, no debemos olvidarnos de «Yeta» y «Mufa» las dos mayores descalificaciones del momento.Por último, está la corriente minimalista: ningunear a una persona o el silencio a la hora de opinar sobre ella son despojadas, pero poderosas armas en el arte de insultar 2007.
Desde este espacio, y como un aporte para celebrar nuestro primer aniversario, queremos sumar una colección de diseño propio: la moda retro. Así, quien quiera, siéntase libre de usar estas, nuestras Malas Palabras, cuando desee lucir un buen y exclusivo insulto: lechuguino, papafrita, pisaverde, alcornoque y botarate.
El jueves, en RSM mostraron cómo deberían adaptarse los diarios para atraer a los jóvenes. Fue muy malo y aburrido, pero lo que interesa es que tomaban títulos de política y los relacionaban con Gran Hermano.
Un día después, en Bendita TV, se burlaron del noticiero de Telefé donde el tema excluyente es Gran Hermano.
El viernes, el ranking de notas más leídas de espectáculos de La Nacion.com lo encabezó Pareja nominada, con las nominaciones de Mariela y Leandro (aunque no le guste a su editor). Pero el ranking general también lo encabezó esta nota (al menos en algún momento del día). La Nación, no Clarín o Infobae, ¡La Nación!
En «No promises» la supermodelo canta a Emily Dickinson, W.B. Yeats, Dorothy Parker, Walter de la Mare, W.H. Auden y Christina Rossetti. En su sitio web hay fragmentos generosos de todos los temas.