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El proceso de búsqueda de información a partir del 11-S

A raíz del quinto aniversario de los atentados a las Torres Gemelas, Google difundió estadísticas sobre sus búsquedas aquel 11 de septiembre de 2001.

El modo en que la gente buscó información puede servir como modelo para otros acontecimientos informativos globales.

La palabra «cnn» encabezó las búsquedas inmediatamente después del antentado, «world trade center» unas horas más tarde y, al final del día, «nostradamus» y «osama bin laden» lideraron las palabras más introducidas en el buscador.

«¿Dónde encuentro la información?», «¿Qué pasó?» y «¿Cómo/Por qué pasó?» podría ser la secuencia de preguntas que conceptualiza esas búsquedas. Pero, además, estas demandas informativas que van variando con el correr de las horas se corresponden con el rol que está asumiendo cada soporte: la web para encontrar la información, la tv para mostrar la información más caliente (no es casual que se buscara el sitio de un canal y no el de un diario) y, finalmente, la prensa gráfica para analizar y explicar lo sucedido.

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9 años de Periodismo.com: un balance personal

a Carol

La relación de dependencia está en vías de extinción: el «empleado» con vacaciones, aguinaldo y extras por presentismo en poco tiempo dejará de existir. [..] Tenés que transformarte en una empresa, dejar de buscar un empleo convencional. La idea es dejar de ser un «buscador de empleo» para convertirte en un «oferente de soluciones».

La frase es de «Manual Chiche», el libro de Chiche Gelblung.

Un día de noviembre de 1994, en el café Tortoni, cerca de las once de la mañana, le dije a Chiche Gelblung que dejaba de trabajar para él. Desde entonces siempre generé mis propios proyectos.

Uno de esos proyectos es Periodismo.com, que hoy cumple 9 años. El balance que imponen los aniversarios siempre es tramposo: depende de las variables que se elijan, será positivo o negativo.

En el ranking del autocuestionamiento, los periodistas estamos en los primeros puestos de la lista. Los publicitarios seguro no viven todo el tiempo cuestionándose lo que hacen. Los periodistas sí. Uno quiere dejar el diario para escribir esa novela que viene postergando desde hace tanto tiempo. Otro se frustra porque soñaba con cambiar el mundo y ahora es jefe del área de prensa de una multinacional. El tercero tiene fama y dinero, pero se deprime cada vez que no aparece en las listas de los periodistas más creíbles. Y así.

Pero también son pocos los periodistas que deciden enfrentar a sus fantasmas. Siempre habrá un buen motivo para no hacerlo. Intuyo que Liniers dibujó esta tira para «La Nación» después de una visita a la redacción:

conformismo.jpg
¿Seguir con el proyecto propio o volver a ser empleado? Esa es la pregunta que me hago cada vez que la frustración es más fuerte que la satisfacción o con el balance, como éste, que impone cada cumpleaños.

Por ahora siempre la respuesta fue seguir con mi proyecto. Los motivos más personales me los reservo. Los otros: uno es el dueño de sus aciertos, se dedica a lo que le gusta y no a las internas y el chismerío barato, es independiente en todos los sentidos y no tiene que cumplir un horario.

Pero las variables negativas también son poderosas: uno padece más sus errores, tiene que dedicarse a tareas no periodísticas, la independencia se paga caro y no tiene que cumplir un horario.

Entonces no puedo recomendarle a nadie que renuncie a su trabajo y genere un proyecto propio. A mí, por ahora, me gusta y me sirve (¿me conforma?). Pero no es para todos. Como lo muestra este fragmento del brillante «Historia íntima de la humanidad», de Theodore Zeldin, contracara del párrafo de Chiche:

[Entre los siglos XV y XVIII], la esclavitud era en Rusia una especie de casa de empeños para personas que no tenían otra cosa que vender que a sí mismos. Una tercera parte de los esclavos solía vivir en situación de fuga, pero habitualmente regresaban, exhaustos de libertad, incapaces de desprederse de su mentalidad de prisioneros [..] La vida al margen de la protección de alguien más poderoso que uno mismo era una aventura demasiado estremecedora [..] La solución a la esclavitud no fue su abolición, o, por lo menos, no fue una solución completa, pues se inventaron formas nuevas de esclavitud bajo otros nombres.[..] Y, hoy en día, quienes prefieren hacer lo que se les dice en vez de pensar por sí mismos y asumir sus responsabilidades -una tercera parte de los británicos dicen preferirlo así, según una encuesta- son los herederos espirituales de los esclavos voluntarios de Rusia. Es importante recordar que ser libre resulta fatigoso y hasta agotador. Y, en epocas de extenuación, el amor a la libertad ha declinado siempre.

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GNA: noticias viejas, gratuitas, en español

Una atajo para buscar en Google News Archive noticias históricas en español sin costo. Hay que ingresar la/s palabra/s a buscar y pulsar el botón «Buscar noticias»:

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Google News Archive: una primera evaluación

Esta semana, en mi curso de Investigación en Internet y en este blog, se planteó lo dificultoso que es encontrar información histórica de la Internet Dinámica (material periodístico viejo) y de la Internet Invisible (aquella que no indizan los buscadores).

Justo Google acaba de lanzar un nuevo servicio, Google News Archive, que es un buscador de noticias de 200 años para acá. A diferencia del buscador estándar de noticias, que está disponible en 36 versiones independientes, Google News Archive centraliza las fuentes en otros idiomas (se puede acotar el idioma en la búsqueda avanzada), pero en los resultados por defecto mostrará siempre enlaces a medios escritos en inglés, con preferencia de los norteamericanos.

Otras características útiles de la búsqueda avanzada son la posibilidad de acotar las fechas y definir la o las fuentes a buscar. También se puede depurar por precio (y gratis), ya que el buscador redirige a la fuente original, que puede ser paga o gratuita.

Los resultados de las búsquedas pueden mostrarse en la forma clásica del buscador, o en una línea del tiempo, conveniente para búsquedas con muchos resultados que desean focalizarse en un período determinado:

gnas.gif

Un ejemplo: el primer resultado para la búsqueda de «Jorge Luis Borges» que encontré es una nota de la revista Time de 1946 a la que se puede acceder gratuitamente. Y los resultados en español son de 1976. Lo que demuestra lo obvio: los medios de habla inglesa digitalizaron mejor sus archivos que los de habla hispana.

No queda claro si la cantidad de medios indexados es similar a la de Google News, pero acotando los resultados al español, se pueden ver muchas coincidencias de noticias más o menos recientes que desaparecieron del índice original (Google News archiva algo más de un mes) y que ahora aparecen aquí.

Aunque curiosamente por tratarse de Google no se etiquetó a este servicio como beta, en blogs y foros están detectando varias fallas y ajustes. De todas maneras el servicio es bueno (sobre todo la búsqueda avanzada) y merece sumarse a las herramientas de referencia que todo periodista debe tener entre sus favoritos.

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Clarín, ¿y el archivo?

Algunos medios online tienen archivo y otros no. De los que tienen archivo, algunos cobran para su acceso y otros lo ofrecen gratis. De los que cobran para su accceso, algunos muestran un pequeño fragmento previo pago y otros se limitan al título. Pero lo de Clarín.com es único: el archivo es gratuito, pero no hay manera de acceder al contenido online, ni gratis ni pagando.

Cuando editaba los textos del Boletín de Periodismo.com para republicar, buscaba links relevantes para complementar algunos artículos. Por ejemplo, éste está centrado en un artículo de The New York Times publicado por Clarín en 2001. No fue fácil localizarlo, pero cuando lo encontré, apareció esto:

archiclarin.gif

¿Alguien puede explicar cuál es la utilidad de un archivo como este?

Así que, ahora que otros nabos vuelven a protestar por el Premio Don Segundo Sombra, tampoco voy a poder chequear en esta nota de Clarín si era el el Concejo Deliberante de Coronda o el de San Antonio de Areco el promotor del proyecto que nos declaró por unanimidad «personas non gratas» por haber creado el galardón a lo peor de la tv argentina…

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Sentidos

Escrito en octubre de 2001 para el Boletín de Periodismo.com Nº 44

Uno de los mayores malentendidos de la cultura visual es la frase «una imagen vale más que mil palabras». La muletilla dio lugar a debates, a tesis y a clichés de conductores sin imaginación.

Si se rastrea su origen, se verá que se trata de un falso debate. En realidad la traducción adecuada de este proverbio chino debería ser «el significado de una imagen puede expresar diez mil palabras», que no superpone lo gráfico a lo textual, sino que los hace convivir en armonía.

El nacimiento de la confusión es por demás bizarro. Un publicista norteamericano lo introdujo en el mundo occidental en un aviso de polvo para hornear Royal. Allí, el dibujo de un «sabio chino» sentenciaba que una imagen vale más que mil palabras y exhibía con orgullo un bizcochuelo de incuestionable altura. Desde entonces, la puerta estuvo abierta para refutadores y apologistas.

Aunque todavía no hay una imagen excluyente que represente el atentado a las Torres Gemelas, millones de ojos se intoxicaron contemplando la escena. Antes de buscar un sentido, los espectadores, sentidos, pierden el sentido. Los sentidos se saturan y a la vez piden más.

Sentido común. Un avión estrellándose contra un edificio=accidente extraordinario. Dos aviones estrellándose contra dos edificios=atentado.

Sentido vectorial. Dos cuerpos en movimiento horizontal atraviesan dos cuerpos estáticos. Los cuerpos estáticos se transforman en cuerpos en movimiento vertical descendente.

Sentido del olfato. Falló en muchos periodistas apresurados por ganarle a la cadena competidora o ingenuos al reproducir la información «del cuartel». Hubo terroristas que no eran tales o que habían muerto un año antes. Hubo coches bomba que aparecían y desaparecían y, fundamentalmente, mucha información con doble sentido.

Sentido del humor. Los únicos periodistas que no pudieron ejercer su profesión fueron los humoristas. ¿Quién pone la cara para bromear con algo así? Mientras Clarín levantaba la contratapa con las tiras cómicas y Página/12 anunciaba en su tapa «Hoy no hay chiste», las cadenas de correo electrónico se mofaban del atentado desde el anonimato. En este caso, el sentido del tacto es, a la vez, el sentido del gusto.

Sentido del oído. La ventana televisiva por la que todo pasa está cerrada. No hay gritos de auxilio o de dolor, sirenas o llantos. La asepsia selectiva de la CNN nos obtura la capacidad de escuchar lo que está pasando.

Sentido de la vista. Pocos repararon en un grupo de espectadores que no pudo sufrir del mismo modo que el resto del mundo: los ciegos. «Carentes de una descripción de los atentados, muchos ciudadanos de Estados Unidos y del mundo entero se ven impedidos de comprender exactamente lo que ocurrio y cómo ocurrió. Por consiguiente, su posibilidad de ‘digerir’ el horror y compartir la experiencia con el resto de la población se ve muy reducida porque lo visual predominó en esa experiencia para la mayoría», reflexiona Kynn Bartlett, principal técnico de Idyll Mountain Internet que da cursos sobre diseño de sitios web accesibles para todos. Algunos sitios web han sentido el problema y desarrollaron páginas sobre los atentados accesibles a los no videntes. A cada instancia del episodio equivale una descripción con palabras de lo que se ve. Sin embargo decir «neoyorquinos, uno con corbata, el otro con remera negra y pantalones oscuros, corren aterrorizados por las oleadas de humo de los escombros detrás de ellos» nunca va a equivaler a ver esas caras y ese humo.

En ese sentido, una imagen vale más que mil palabras.

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El día que rematamos Periodismo.com

En el Boletín de Periodismo.com Nº 21, de noviembre de 1999, en pleno auge de la burbuja de Internet, reprodujimos un aviso que habíamos publicado por esos días en el sitio de subastas Deremate.com. Este es el texto:

NÚMERO DE ARTÍCULO: 16974
VENDEDOR: Diego Rottman
TIPO DE REMATE: Normal
CANTIDAD: 1
PRECIO INICIAL: US$ 3,000,000.00

DESCRIPCION DEL ARTÍCULO: Ya es hora. Si, como dicen los expertos, un mes en la vida real equivale a un año en Internet, hace un «cuarto de siglo Internet» (en aquella lejana primavera del ’97) que mantenemos -en todos los sentidos- a Periodismo.com.

La primera generación de la Red era feliz ofreciendo lo que sabía sin pedir nada a cambio, «la información quiere ser libre», postulaba. Por no aprender a tiempo que IPO no es un movimiento convulsivo del diafragma, terminó desapareciendo. Las reglas cambiaron y no queremos parecer anacrónicos: hoy todos hacemos sitios web para venderlos a los «venture capitalists» (están muy ocupados comprando sitios web como para hacer un buen sitio web por sí mismos).

Para estar acordes con la Nueva Era pensamos rematar Periodismo.com al mejor postor antes de que sea demasiado tarde. Lo reconocemos: no somos los primeros que quieren vender su sitio… ¡pero tampoco queremos ser los últimos!

No somos ambiciosos: con tres millones de dólares nos conformamos. Considerando los actuales precios de mercado, no deja de ser una verdadera ganga.

Periodismo.com tiene muchas virtudes, pero no tiene sentido detallarlas: un buen capitalista de riesgo sabe hacer triunfar cualquier proyecto. Además, para un país donde todos los usuarios de Internet juntos no llegan a los cuatro puntos de rating, todos los sitios son un éxito.

A quienes crean que se trata de una broma, los desafiamos a verificarlo. Hagan sus ofertas y comprueben si todo esto es en joda.

Señores, ¿quién da más?

(Si tiene al menos 3 millones de dolares, puede participar de esta subasta en http://www.deremate.com/accdb/viewItem.asp?IDI=16974)

En el boletín del siguiente mes escribí la continuación, titulada «No somos millonarios»:

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El medio más poderoso no tiene prestigio

Escrito en abril de 1999 para el Boletín de Periodismo.com Nº 14

El terremoto en Los Angeles de 1994, el informe Starr, Matt Drudge revelando las intimidades de la pareja Clinton-Lewinsky son algunos de los picos de audiencia que consagraron a Internet a nivel mundial como el medio informativo de la inmediatez y la simultaneidad por excelencia.

Casi 12.000 publicaciones informativas exclusivamente de la web, más de 30 millones de paginas para visitar (desde las inútiles hasta las imprescindibles) y gran parte de las publicaciones de papel volcadas a la WWW total o parcialmente, convierten incuestionablemente a Internet en el medio con más información.

Posibilidad de poner una publicación gratuitamente en línea, sitios que ayudan a diseñar, redactar, instalar y hasta financiar un «webzine» hacen que la Red de redes sea el medio más democrático a la hora de difundir ideas o información.

Noticias a la carta en tiempo (periodicidad y duración), soporte (texto, audio, fotos y/o video), idioma y contenido consagran a Internet como el medio de comunicación más configurable.

Mas de 90 millones de usuarios de la web, mas de 160 millones de usuarios de Internet con un perfil mayoritariamente joven, de buen poder adquisitivo, buen nivel educativo y conocimientos tecnológicos, hace de Internet el medio masivo con la audiencia más calificada.

Inmediatez, pluralismo, diversidad, audiencia calificada y masiva a la vez… ¿el medio ideal? Al menos no todavía, al menos no para los anunciantes, al menos no para América latina. Y ¿paradójicamente? al menos no para los periodistas.

Que aparezca un medio de comunicación como Internet y que los periodistas le den la espalda como ambito laboral (aunque no como espacio de investigación) es un dato aparentemente incomprensible. Pero con fundamentos.

El periodista de PC Magazine, John C. Dvorak elaboró el nuevo orden jerárquico de la prensa, cuando se enteró de que un amigo suyo, columnista de un renombrado diario, rechazó la oferta de cambiar el lugar de publicación de sus columnas a un medio online. La oferta económica era muy buena, pero prefirió ganar menos y seguir en el diario, porque consideraba que en la web perdería credibilidad, poder y prestigio.

Asi surgió esta lista de los espacios más influyentes dentro de la prensa, de más poderoso a menos:

  • Novelistas «Best-sellers»
  • Principales conductores de los noticieros televisivos más importantes
  • Escritores de no ficción
  • Columnistas de revistas
  • Escritores en revistas
  • Columnistas de diarios
  • Conductores de talk-shows radiofónicos nacionales
  • Periodistas de diarios
  • Escritores en diarios
  • Periodistas de redes televisivas nacionales
  • Conductores de TV local
  • Conductores de talk-shows radiofónicos locales
  • Periodistas de redes televisivas locales
  • Periodistas freelance de TV
  • Periodistas de radios locales
  • Personalidades de la radio
  • Columnistas en la web
  • Periodistas en la web
  • Periodistas en medios sensacionalistas

Por supuesto que la lista, el orden y hasta las categorías son discutibles, pero no deja de llamar la atención el funesto lugar que ocupan los profesionales de la información de la web, sólo por encima de los periodistas de la prensa amarilla. Pero al menos Dvorak encuentra justificaciones para su orden jerárquico basándose en varios elementos: la percepción de cuál profesional es más influyente para el público en general; la dificultad con la que se puede conseguir un trabajo en las categorías superiores; la facilidad con la que se puede conseguir un trabajo en las categorias inferiores; la compensación; la percepción de cuál profesional es más influyente para los profesionales de los otros medios; la percepción de cuál profesional es más influyente para los profesionales de Relaciones Públicas; la dificultad para conseguir acreditaciones de prensa, etc.

Los escritores de la web son percibidos como de «bajo rango» por varias razones: cualquiera puede poner sus opiniones en la web, no hay barreras para entrar. Las ganancias no suelen ser demasiado tentadoras y, la mayoria de las veces, los periodistas de la web deben pagar de sus bolsillos el espacio. Y para afrontar esos costos, deben dedicarse a otros empleos (periodisticos o no) para mantenerse, descuidando así la calidad de los productos, muchas veces mínimamente editados, mal diseñados y sin actualizaciones periódicas.

A esto habría que agregar que hasta el momento no existe una carrera organizada específicamente para los periodistas de la web (no sólo porque no hay oferta, tampoco hay demanda), que hay demasiada información-chatarra dando vuelta en Internet y que en América latina son pocos los medios impresos que generan contenido original para Internet.

También hay que reconocer que todo medio nuevo necesita de tiempo y «goles» para ganar prestigio y que los pioneros ocuparán un lugar de privilegio en su desarrollo futuro.

No hay que olvidarse de que Internet es un medio en permanente desarrollo, mientras que el resto de los medios de comunicación (con la discutible excepción de la televisión) ya terminaron su fase evolutiva (un diario que habla ya no es un diario, una radio con imagen ya no es una radio). Le quedan a Internet (o como se llame entonces) varios años de evolución para hacerse mas amigable y conquistar así a nuevos públicos y a periodistas que elijan a este medio de comunicación ideal como el lugar soñado para desarrollarse profesionalmente.

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Peor que un refrito

Frecuentemente toleramos resignados que Infobofe levante de Noticias Locas y refrite la noticia, jamás cite la fuente y en algunos casos, en un alarde de perversión, cite como fuente a otro sitio que también nos refritó.

Pero este domingo su home page estaba encabezada por una noticia que habíamos publicado el día anterior (a decir verdad, era una nota sin actualidad que teníamos de parrilla y usamos porque el dibujante estaba de vacaciones):

estatuloca.gif
estatuas.gif

Dice el título de Noticias Locas:

Las estatuas más extravagantes del mundo

Dice el título de Infobofe:

Las estatuas más raras del mundo

Acá reemplazaron extravagantes por raras. Es que la palabra extravagante puede sonar rara al lector promedio de Infobofe.

Dice el copete de Noticias Locas:

Una página de internet muestra un ranking con fotografías de las estatuas más ridículas y asombrosas halladas en ciudades de todo el mundo.

Dice el copete de Infobofe:

Una página de internet muestra las fotografías de las estatuas más ridículas y asombrosas halladas en ciudades de todo el planeta. Un arte que mezcla lo grotesco con creaciones típicamente posmodernas. Vea la galería de imagenes.

Acá ya hay un poco más de laburo del redactor. Sacó un ranking con, reemplazó mundo por planeta, ¡y redactó una frase propia!: un arte que mezcla lo grotesco con creaciones típicamente posmodernas (?). Con respecto a Vea la galería de imagenes, en lugar de enviar al lector al sitio que se dedicó a hacer la recopilación, Infobofe se adueña por partida doble del trabajo ajeno e incorpora en su propia web todas las fotos del sitio reseñado.

El primer párrafo no está tan calcado. Sobre todo porque ellos escribieron estravagantes en lugar de extravagantes (¡les dije que era una palabra rara!). Y porque ambos nombramos al sitio Strange Statues Around the World, pero nosotros lo linkeamos y ellos deciden expresamente quitar el link.

El segundo párrafo de Noticias Locas comienza diciendo:

Algunos ejemplos de las estatuas son el robot «Mazinger Z», ubicado en la estación de trenes de Atocha, en la capital española;

El segundo párrafo de la nota de Infobofe comienza diciendo:

Algunos ejemplos de las estatuas son el robot «Mazinger Z», ubicado en la estación de trenes de Atocha, en la capital española;

Hay que reconocer que el resto de los ejemplos de «estatuas estravagantes» es diferente entre un sitio y otro…

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Un nuevo medio de información

Lo que sigue parece escrito en la prehistoria, pero lo redacté hace poco más de ocho años para el Boletín de Periodismo.com número 3, de mayo de 1998. Con el escándalo Clinton-Lewinsky todavía fresco, detallo el movimiento informativo que se generó a partir de la web.

Ante la ausencia de un relevamiento serio, es interesante y hasta divertido cotejar la cantidad de usuarios argentinos de Internet según los distintos medios locales. Para los artículos, la cifra oscila en un rango que va de los 60.000 hasta los 250.000. Prácticamente ninguno de esos textos cita una fuente para ese número, por lo que no sería alocado pensar en que el instrumento de medición fuera el conocido «ojómetro».

Y aunque fuera de un cuarto de millón de navegantes, la cantidad sigue siendo pobre. Internet Argentina está en construcción y a nadie se le ocurriría equiparar la penetración de la gráfica, la radio o la TV con la de este medio de comunicación que, al menos en nuestro país, sigue en pañales. Hay que pensar que estamos hablando de poco más de dos puntos de rating para la televisión: sólo un programa de ATC resistiría esa audiencia.

En Estados Unidos, en cambio, Michael Kinsley, editor de la revista electrónica «Slate» dice sin sonrojarse que el escándalo Clinton-Lewinsky fue «a la Internet lo que el asesinato de Kennedy fue a los noticieros televisivos».

Aunque la afirmación puede ser excesiva, con 62 millones de personas on-line (Intelliqest) la Internet (y no sólo la World Wide Web) ha comenzado a influir en la agenda informativa norteamericana. En un reciente informe de la «Yahoo Internet Life» los principales libretistas de los shows nocturnos estadounidenses (Letterman, Leno, etc.) reconocen que acuden a las noticias de la web para estar al tanto no solamente de lo último, sino de los extraño y lo original.

Las primeras tres semanas del «Monicagate» se disparó la audiencia (medida en visitantes) de los principales sitios web. Así, el servidor del «Drudge Report», la página sensacionalista que lanzó el rumor, colapsó, mientras que FOX Online y MSNBC duplicaron su tráfico. Lo curioso es que la red no se limitó a ser eco y análisis del resto de los medios, sino que originó la noticia y fue protagonista principal durante varios días.

Como consecuencia de la divulgación del escándalo en el «Drudge Report» (17/1), al día siguiente aparece un mensaje sobre el tema en el grupo de discusión alt.current-events.clinton.whitewater. El miércoles 21 «ABC News», «The Washington Post» y «Associated Press» difunden la noticia. Simultáneamente, se reserva el nombre de dominio monicalewinsky.com.

Y aquí el papel de Internet podría haber terminado. Pero no. Cronistas de diarios, revistas y tv acuden a la página del «Lewis & Clark College» para contactar -via e-mail- a los compañeros de clase de Mónica. La página es levantada.

El 22 aparece una falsa página de Mónica Lewinsky en la web, que es levantada, no sin antes ser reportada por «The Detroit News» como una página verdadera.

A partir del lunes 26 de enero varios medios «de papel» comienzan a usar a sus sitios web como testeo. Así, en su sitio «The Dallas Morning News» informa que un agente del servicio secreto testificará diciendo que vio a Clinton y a Lewinsky en un acto sexual en la Casa Blanca. La historia es rectificada y nunca publicada en la version de papel. El 29 Time informa que el presidente Clinton admite un encuentro sexual con Jennifer Flowers. Esta exclusiva no aparece en la edición impresa de la revista.

Finalmente, el 4 de febrero «The Wall Street Journal» relata que hay testigos que vieron a Clinton y a Lewinsky en la oficina que está al lado de la Oficina Oval. La historia no aparece en la edicion impresa, sin embargo es reproducida por muchos diarios regionales.

El «Mónicagate» es un símbolo (no importa si el primero o el mayor) de que en Estados Unidos los «mass-media» miran a Internet y comienzan a respetarla como un medio de información más, tratando de aprovechar sus virtudes (inmediatez, economía, red, ensayo y error) y marcar sus excesos (noticias falsas o poco verificables). Y aunque en Argentina los sitios web de los diarios prácticamente no generan contenido propio, es un buen momento para comenzar un debate sobre el futuro informativo del periodismo digital.