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Dime con qué te drogas y te diré quién eres

Dos notas del mismo diario con un día de diferencia (click en las imágenes para leerlas):

#347 - '_Las matemáticas son como una droga_ · ELPAÍS_com' - www_elpais_com_articulo_portada_matematicas_droga_elpepusoceps_20100110elpepspor_7_Tes #346 - 'Gente y Televisión en ELPAÍS_com' - www_elpais_com_gentetv

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Los pajaritos de Pulenta

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Volver A Verte by Pulenta
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Mala Jugada by Pulenta
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Noche De Fiesta by Pulenta
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Antes de morirte, mirá al pajarito

El último número de la revista Noticias se regodea en el necroperiodismo. Con el título "El tortuoso final de Sandro" muestra al cantante a poco de morir, en pijama, sin dientes y con sonda en la nariz. Obviamente no voy a reproducir ni linkear a la tapa.

Hace unos meses hizo exactamente lo mismo con Alfonsín ya fallecido: eligió una foto de los últimos días del ex presidente acostado en una cama y visiblemente desmejorado.

Este tipo de fotos de moribundos como argumento de ventas de revistas no fue lo suficientemente repudiado por los colegas como sí lo hacen con las cámaras ocultas, también una invasión a la intimidad, pero al menos de gente que puede defenderse.

Y aunque las discusiones deontológicas parecen pasadas de moda, sobre todo entre periodistas, hay dos argumentos prácticos que deberían disuadir a los que caen en este recurso.

Por un lado, no venden. Luis Ventura reconoció que la edición de Paparazzi que menos vendió fue la que tuvo en su tapa a Javier Portales en terapia intensiva. Los lectores parecen censurar estas elecciones extremas cuando se trata de sus ídolos.

Y por otro lado pueden traer consecuencias legales. Cuando la revista Gente puso a Ricardo Balbín desahuciado tampoco vendió mucho, pero además sufrió un juicio que terminó perdiendo. Esa tapa es una de las pocas cosas de las que Chiche Gelblung sí se arrepiente. Lo que es mucho decir.

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Prolíficos

El efecto Sandro de Clarín cunde. La Nación espectáculos sigue tirando la chancleta y anteayer publicó este chisme sobre la vida disipada de un famoso en ¡su tapa!

La Nación del lunes (click en la imagen para leer)

Apenas dos días más tarde, el mismo suplemento del mismo diario publica la misma noticia en su contratapa:

La Nación de hoy (click en la imagen para leer)

A diferencia del caso Sandro, acá no hubo ninguna filtración de un material inédito, ambas noticias se publicaron. Además de ser una historia ya aparecida en varios lados al momento de salir la primera vez, a esta altura ya salió hasta en el Boletín Oficial. Más allá del error de la repetición, no se entiende entonces por qué un lugar tan destacado para una noticia que, además de incomprobable, ya está desactualizada: imaginen que entre el lunes y hoy el bueno de Warren ya se debe haber bajado a unas 185 mujeres más como mínimo.

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Sandro, la única persona a la que Clarín le dedicó dos obituarios

Roberto Sánchez comparte el honor de pocas personas en el mundo de haberse muerto dos veces para los medios. El caso más conocido es el de Mark Twain, que replicó a su necrológica en el New York Journal con la frase «la noticia de mi muerte fue una exageración». Pero hay otros.

El 21 de noviembre del año pasado a Clarín se le filtró en la web un suplemento de homenaje a Sandro que tenía preparado para cuando falleciera. Nunca aclaró qué pasó. Ni siquiera dio cuenta del error. Un mes y medio después, ese suplemento llega al papel reformulado. Aquí, la versión original y la nueva, página a página (click en las imágenes para ampliarlas):

Página 1

Cambian título y copete, vuela la volanta y Menchi Sabat tiene que dibujar una segunda caricatura de Sandro.

21 de noviembre de 2009

1t

5 de enero de 20101nt

Página 2

La nota de Mariano del Mazo hasta acá es la misma, pero se reemplazan foto, destacado, título y copete.

21 de noviembre de 2009

2t

5 de enero de 20102nt

Página 3

Columna de la derecha igual. Las fotos se reubican (la de Charly era mejor que la de Jairo y queda desaprovechada) y reemplazan la de Olga.

21 de noviembre de 2009

3t

5 de enero de 20103nt

Página 4

Cambian fotos (dos mejores en la versión 1), adaptan un epígrafe y modificaciones a la nota.

21 de noviembre de 20094t

5 de enero de 2010

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Página 5

Párrafos de la nota reescritos y otro destacado.

21 de noviembre de 20095t

5 de enero de 2010

5nt

Página 6

Una foto sustituida, dos cambiadas de lugar, epígrafes retocados y nuevo título y copete.

21 de noviembre de 20096t

5 de enero de 20106nt

Página 7

Dos fotos reubicadas con distintos epígrafes y dos nuevas.

21 de noviembre de 20097t

5 de enero de 20107nt

Página 8

La nota y la foto de la bombacha, igual. El resto cambia.

21 de noviembre de 2009

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5 de enero de 2010

8nt

Página 9

Un calco, salvo el destacado y el título del recuadro.

21 de noviembre de 20099t

5 de enero de 20109nt

Página 10

Idéntico, salvo que bajan la nota y cambian los colores.

21 de noviembre de 200910t

5 de enero de 201010nt

Página 11

En esta página solo cambia la fecha.

21 de noviembre de 200911t

5 de enero de 201011nt

Página 12

Reemplazan la letra de la canción y tiran a la basura la caricatura de Sábat.

21 de noviembre de 200912t

5 de enero de 201012nt

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La Nación, cachonda por fin de año

El diario La Nación, que gusta hacer gala de la moral y las buenas costumbres, decidió tirar todo por la borda. Como si un vaho de alcohol se hubiera posado en sus páginas, este último día de 2009 leemos con estupefacción la apertura de su suplemento de Espectáculos:

Sin título-1

El título, de apariencia inocente, oculta una coma latente que transformaría todo el sentido de la frase:

Sin título-2

Al dar vuelta la página, la ambigüedad es todavía mayor:

Sin título-3

Y, como si esto fuera poco, al pie de la misma página titulan e ilustran la crítica de «Valientes» así:

Sin título-4
Click en la imagen para ampliar

Señor director: esperemos que esto sólo sea un desliz, propio de los festejos etílicos del cambio de año. Por favor, que la Sodoma y Gomorra troskoguevarista no logre someterlos. Son el único refugio que nos queda…

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Los tres pecados de Soitu

(Décima entrega del “Manual de zonceras digitales”, publicada en el boletín 136 de Periodismo.com de noviembre de 2009)

Un 27 de diciembre de 2007 nace en España un nuevo medio digital. Se llama Soitu.es. Lo dirige Gumersindo Lafuente, que a cargo de la versión online del diario El Mundo había logrado colocarlo como el más leído de habla hispana. En su agenda, en el estilo y en sus secciones, Soitu rompe con lo que se venía haciendo hasta ese momento. Espacios dedicados diariamente al sexo, una sección llamada "Hartos del coche", enlaces a lo mejor de otros medios y una proporción mucho menor de noticias políticas -casi siempre tratadas con mucho rigor y originalidad y no con los típicos cables de agencia- mostraban un medio en sintonía con las nuevas audiencias, sin por eso tener que acudir a los titulos tramposos o al contenido sensacionalista. Con el tiempo Soitu gana premios y lectores.

22 meses más tarde cerró.

En su carta de despedida, Gumersindo Lafuente atribuye la decisión de no continuar a la crisis mundial y a que BBVA, el sostén financiero de Soitu, había decidido dejar de poner dinero en el sitio. En la carta, y en las numerosas repercusiones que se pueden leer en la web, hay poca autocrítica y no demasiados hacen el intento de explicar cómo un medio tan prometedor duró menos de dos años. En ese tiempo Soitu, aparte de sus enormes aciertos cometió, al menos, tres pecados:

1) Tilinguería: el "hacer todo distinto" que se planteó desde el contenido no tuvo su contraparte a la hora de replicar los peores clichés de la web 2.0. Para oponerse a la prensa tradicional, Soitu echó mano del arsenal habitual de los nuevos medios. Widgets, acortadores de URLs, red social, periodismo ciudadano y otras herramientas importadas de los gurús de la materia, sobre todo de EE.UU., pero que en la práctica tienen pocos antecedentes exitosos. Paradójicamente cuando mejor funcionó el poder de los usuarios, fue después de la muerte de Soitu, pero lo que hizo de Soitu un sitio destacable tiene que ver con haber sabido aggionar el periodismo bien hecho a los nuevos tiempos y no con que tenía un widget con los resultados de la Quiniela.

2) La pata financiera: todas las blasfemias de lectores y periodistas hacia quienes decidieron dejar de financiar el sitio obvian el hecho de que se trata de los mismos que permitieron su existencia apostando por un modelo innovador. En todo caso el error hay que buscarlo en quienes llevaron el proyecto a un solo gran inversor o le prometieron metas que no pudieron cumplir. Un sitio puede ser perfecto desde lo periodístico, pero si no contempla los números, es fallido desde su concepción. En Argentina Jorge Lanata pasó por una experiencia similar al crear su Data54, un portal de Internet también innovador, pero con gastos imposibles para los modelos que permite Internet. Los medios generalistas deberán resolver la paradoja de que el único modo de hacer periodismo de calidad es contar con grandes redacciones, pero los ingresos de este tipo de emprendimientos impiden cubrir semejantes costos.

3) La pata impresa: esta es la gran regla no dicha de todos los grandes medios que se lanzan a Internet sin contar con un equivalente en papel: no funcionan. No hablo de redes de blogs o medios de nicho, sino de medios generalistas, que se dirigen a un público amplio con las noticias del día. Aunque los sitios web siempre tienen una mayor audiencia que los diarios, radios o canales en los que se basan, sin el medio "de átomos" no hay medio digital posible. El medio “real” estaría aportando la antigüedad, la marca y el contrato de lectura y el medio virtual sumaría la audiencia gracias al fácil acceso y la gratuidad.

¿Cuáles son las razones por las que los usuarios de Internet eligen a los medios combinados por sobre los puramente digitales?

Tradición. Una década es mucho para Internet, pero muchos diarios son centenarios. Están metidos en la historia de las familias. Los lectores mayores o quienes viven fuera de su país, grandes consumidores de información, los conocen “de toda la vida” y se identifican con sus mensajes. Más que medios, son instituciones. Consultarlos en la web es simplemente cambiar de soporte para seguir accediendo al mismo contenido de siempre.

Difusión. Competir literalmente con miles de millones de páginas web demanda mecanismos agresivos para dar a conocer una dirección web. Los medios tradicionales renuevan esa oportunidad día tras día. En la portada, en sus avisos, junto a su logo, como complemento de una nota, son un “ayudamemoria subliminal” a la hora de tener en cuenta la intuitiva URL (usualmente el nombre del medio con el agregado del .com) .

Agenda. Radios y tv, pero sobre todo los diarios, siguen siendo los medios que establecen la agenda dentro del ecosistema informativo. Las fuentes siguen acudiendo a los diarios para que inicien una noticia. Internet no ha logrado todavía imponer su propia agenda, ni siquiera en EE.UU. (el caso Lewinsky y otros similares son excepcionales). La web solo lidera con verdaderos Breaking News (accidentes, atentados, resultados deportivos), pero en esos casos también se busca en la web la voz de los medios tradicionales.

Producción. Disponen de más recursos, redacciones más numerosas y calificadas y know how para generar contenido de más calidad que sus pares digitales. Se produce información para dos soportes a la vez (radio y web, tv y web, diario y web), mientras que el medio digital debe calcular sus costos únicamente basándose en el producto digital, casi siempre gratuito para los lectores.

Dispersión. Hay muchos medios digitales muy consultados. Y en muchos países, los blogs están comenzando a ser espacios de referencia. Pero la enorme oferta disponible los convierte en “nanomedios” con pequeños grupos de fieles seguidores, que en algunos casos pueden llegar a las decenas de miles, pero que están lejos de los millones de lectores que los grandes medios tienen en Internet.

Los medios como Soitu están obligando a los viejos a adaptarse a un nuevo lenguaje, a tratar nuevos temas y a moverse a una mayor velocidad para informar. Pero los viejos todavía siguen ganando la batalla de la información.

Diego Rottman

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Cinco minizonceras

(Novena entrega del “Manual de zonceras digitales”, publicada en el boletín 135 de Periodismo.com de octubre de 2009)

Están ahí, no llaman demasiado la atención, apenas molestan o directamente son ignoradas. Se trata de las minizonceras digitales. A diferencia de las otras, las zonceras mayores, errores que insultan al lector, decisiones equivocadas que afectan la navegación, fallas éticas que dañan la trayectoria de un medio, las minizonceras son pequeños desaguisados cometidos en nombre de la novedad, la apuesta rebuscada o, directamente y para decirlo en palabras de Jauretche, la tilinguería del mediopelo, en este caso del periodismo digital.

Algunos ejemplos:

– Hojear el diario en papel: muchos medios digitales ofrecen la posibilidad de consultar la versión impresa en la web. Y algunos hasta la cobran. Pero ¿cuál es el sentido de recorrer una versión contranatura si ya existe la muy práctica en HTML? Algunos dirán que es para consultar la publicidad o las secciones que no aparecen en la contraparte digital, pero ambos ejemplos podrían trasladarse al diseño para la web y ofrecerlos gratis o a un precio, en lugar de tener que hojear esas incómodas (y seguramente costosas) alternativas en Flash.

– Sobredosis de blogs: todo diario digital que se precie de moderno, tendrá una sección de blogs. Allí, las plumas destacadas encontrarán un espacio para comunicarse con sus fans (y engordar su ego). Pero estas secciones, que arrancan con mucho entusiasmo y gran cantidad de actualizaciones, terminan convirtiéndose en un pueblo fantasma. Se produce la misma tendencia que con los blogs independientes ya que la mayor parte de las veces los periodistas que los mantienen no cobran por cantidad de posts o directamente no cobran.

– Tagcloud: este concepto, que podría traducirse al español como "nube de etiquetas" lista las palabras más relevantes del contenido y cuantas más repeticiones tenga un término, en mayor tamaño aparecerá. Esta idea nunca fue entendida por el lector promedio y, lo que es peor, jamás le encontró utilidad alguna. Todavía algunos diarios digitales se jactan de tener su tagcloud.

– URLs enormes: en pos de posicionarse mejor en los buscadores, los medios digitales ofrecen direcciones interminables para cada noticia, plagadas de las mismas palabras que figuran en el título. Eso, que podría ayudarlos a destacarse en Google, atenta contra su base de lectores y el boca a boca: mandar una de esas URLs por email generalmente la termina cortando y el que la recibió tal vez no sepa como recomponerla. Son pocos los diarios que ofrecen una versión corta de la misma página para difundir.

– Mandar a Digg: para no quedarse al margen de la movida 2.0 casi todos los diarios tienen, al final de cada nota, una serie de iconitos para enviar la noticia a redes sociales como Digg, Menéame, Fresqui y otras que la mayoría del público que consulta los diarios digitales ignora. Más allá de que sería rarísimo que una noticia en español fuera promovida en Digg (un sitio donde el 99,9% del contenido destacado es en inglés) es paradójico que, por ejemplo, esos mismos diarios no tengan un ícono para mandar las noticias a Twitter o Facebook, de mayor llegada entre los usuarios y sin barreras para que una historia sea publicada.

Este es un listado acotado. Seguramente el lector avezado descubrirá muchas otras en su cotidiano padecer frente a los diarios digitales.

Diego Rottman

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llueve

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Joven judío, tu también puedes disfrutar de estas fiestas…

… con Menorah Mashups, el disco que te permitirá ignorar a Papá Noel, el arbolito de Navidad y los regalos de estas fechas.

Con este compilado podrás festejar Jánuca con onda. Incluye mashups que mezclan canciones tradicionales con temas de, entre otros, Gwen Stefani, House Of Pain, Frank Zappa, Adam Sandler, Star Trek, Van Halen, Sarah Silverman. También incluye dos segundos de Black Eyed Peas.

¡Y hasta dos videoclips!

Bájate Menorah Mashups y ¡a bailar!